La sentencia de la Cámara Civil y Comercial (Sala II) de Azul trata sobre una nulidad de escritura pública por la que una persona cedió a su nieto los derechos hereditarios y gananciales sobre bienes que compartía con su difunto esposo.
Su hijo (el del cedente) promovió la acción alegando que la cesión era una simulación para encubrir una donación y afectar su legítima como heredero forzoso.
La Sala concluyó que la cesión fue simulada, ya que en realidad escondía una liberalidad de la abuela a favor del nieto. Se consideraron varios indicios clave:
- El precio vil: la cesión se pactó por $500.000, un valor muy inferior al real de los bienes involucrados.
- Ausencia de pago real: no se acreditó el pago total del precio, y la supuesta entrega en efectivo careció de respaldo documental.
- Falta de tradición: los bienes siguieron siendo administrados y rentados por la cedente, lo que evidenció que la operación no tuvo efectos reales.
- Estado de la cedente: en el momento de la cesión, D. G. estaba en una situación física y psíquica debilitada, lo que ponía en duda su capacidad para disponer de su patrimonio.
La Falta de recursos del adquirente
Se demostró que el beneficiario de la cesión no tenía la capacidad económica para afrontar la operación:
- No tenía ingresos suficientes para justificar la compra.
- Informe de la AFIP: no logró acreditar el origen de los fondos y terminó acogido a un régimen de sinceramiento fiscal para evitar sanciones tributarias.
- Pericia contable: confirmó la falta de pruebas sobre la disponibilidad de los fondos al momento del negocio.
La Cámara de Apelaciones confirmó la nulidad de la escritura por simulación, considerando que el acto tenía la intención de eludir las normas sobre legítima hereditaria. Se impusieron las costas al demandado.
La resolución la descargas en este enlace.