El día que se demandó a Dios. (La sentencia original).

El Senador Chambers, de Estados Unidos, presentó una demanda contra Dios en una Corte de Nebraska. 

Lo acusó de provocar directamente, o por terceros “terremotos, horrendos huracanes, terroríficos tornados, pestilentes plagas, hambrunas, sequías y guerras genocidas que generan sufrimientos humanos“. Aseguró que como Dios es “omnipresente” puede ser demandado en cualquier parte y enfatizó que estaba buscando una orden permanente de alejamiento contra el Todopoderoso.

La nota de color: el juez de primera instancia desechó la demanda, aduciendo que toda vez que el demandado carecía de domicilio, ninguna notificación podía ser efectuada (no, no se pudo en el Vaticano, porque se dijo que era el domicilio del “representante de Dios” en la tierra).

La sentencia completa en su idioma original. 

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3 comentarios en "El día que se demandó a Dios. (La sentencia original)."

  1. Mi profesor de derecho procesal civil, que era juez (allá por los años 80) nos contó que le había llegado una ausencia con presunción de fallecimiento… de un gato! Éste le ganó!

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