No quiero “spoilear” mucho, pero quería compartirte esta sentencia del 2015 dictada por la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires.
A groso modo, trataba de los trastornos alimenticios sufridos por menores de edad (síndrome urémico hemolítico), presuntamente a causa de las famosas “patitas de pollo” que se vendían en la “cajita feliz”, de la empresa de los arcos dorados.
Muchas cuestiones interesantes en la sentencia: carga de la prueba, valoración del artículo 40 de la 24.240, relación de causalidad, entre otros.
La sentencia la podes leer completa en este enlace.
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