Algunos errores a la hora de pactar honorarios (todos cometidos por mí).

Por lo general al tema de cuanto cobrar por un trabajo para el que hemos sido contratados, o como hacerlo (plan de pagos, cuotas, etc), solemos no darle mucha importancia, o, cuanto menos, no es un tema de debate en el ámbito profesional de la abogacía.

Lo que hoy quiero contarles, parte exclusivamente de mi experiencia, sobre todo en aquellos primeros años del ejercicio de la profesión. Pueden o no compartirlo, pero seguramente a varios/as de ustedes les ha sucedido en algún momento. Y lo que sí he notado, es que el tema de “pasar honorarios”, es como cuando empezás a tocar una guitarra mal. Con el paso del tiempo, los vicios van creciendo.

Lo que yo considero algunos “tips” para mejorar al diálogo con el cliente, al momento de cuantificar nuestro trabajo profesional. Y algunos errores que, a base de equivocaciones, dejé de cometer (creo).

Me gustaría empezar con estos, y que cada uno/a de ustedes, pueda ir aportando alguna experiencia en particular que les ha sucedido.

No pactar honorarios al comienzo del trabajo. El “vamos viendo”…

Parece que nos da miedo “cotizar” nuestro laburo. Y un error garrafal que cometemos es comenzar el trabajo sin que el tema de los honorarios y su forma de pago esté conversada y súper clara. Y empezás el trabajo y comienzan los problemas, porque la pregunta es clara: ¿Qué sucede si a la mitad se te ocurre pasar honorarios y para el cliente es mucho? ¿O si no está de acuerdo? ¿Abandonás el trabajo intempestivamente? ¿Y si no se puede por un tema de responsabilidad? ¿Vas a presentar un escrito diciendo que renuncias porque no te pagaron?

Insisto y este fue un tema que he padecido, y a veces lo sigo haciendo. Y si el “vamos viendo” surge del cliente, tampoco resulta conveniente comenzar el vínculo profesional.

Tener miedo de decir cuánto sale nuestro trabajo (y que el cliente se vaya).

La necesidad tiene cara de hereje, dicen. Pero he visto colegas que han cobrado un divorcio $ 5000 pesos. No hay que tener miedo de decirle al cliente que tu trabajo vale tanto. En todo caso, en nuestra profesión pasa algo que no sucede con los demás. Por lo general, digo por lo general, si el cliente tiene confianza en vos, no va a dejar de contratarte por un tema de guita. En todo caso, tratará de preguntarte si es posible alguna forma de pago, pero así y todo difícilmente si te tiene confianza busque otra alternativa.

Hacer el trabajo con la sensación que “no cobraste lo que el laburo vale”.

En ninguna profesión se puede, pero hablo de la nuestra. No podes estar trabajando con la sensación que no te están pagando lo que el trabajo vale. Sencillamente porque no se puede defender el interés del cliente “a medias”, o “regulando” por el hecho de no estar conforme con el trabajo. Es mucho más saludable no realizar un trabajo que hacerlo “a medias” porque esto último te puede traer aparejado un sinnúmero de conflictos, no ya desde la ética -siempre presente- sino en cuanto a responsabilidad profesional.

No poner un límite a las “consultitas”.

Durante mucho tiempo me pasó, y me pasa, que el cliente/amigo/familiar nos hace consultas en el casamiento, el nacimiento de un sobrino, en un funeral o cuando nos encuentra en el baño. El poner un límite a estas situaciones es sumamente sano, porque más allá de que podamos evacuar alguna duda, la ley de honorarios dispone que las “consultas verbales tienen un costo”. Y lo que estás haciendo, en cierta forma, es que el cliente le ponga el precio al trabajo (o sea, gratis). Claro que no lo hacen de ventajeros, pero es una costumbre arraigada que cuando alguien va a un médico particular, no se le ocurriría retirarse sin preguntar cuanto cobra. Con nosotros no sucede lo mismo.

Tener que ir hasta donde está el cliente para cobrar. 

En la profesión abogadil, creo que es una de los peores costumbres que hemos tomado. Y te adelanto, lo hice miles de veces. Es un punto polémico, pero aprendí a no hacerlo más. A veces tenemos la sensación que “si no vamos al domicilio del cliente” no nos va a pagar. Y la verdad que a veces pasa, pero…también hay que dejar en claro este punto desde el principio. Aunque parezca una formalidad. El “domicilio de pago”, porque en realidad, el cliente tiene que venir a pagar, y no al revés. Cuando vas al médico, le pagas en el consultorio, no vuelve el médico a tu casa para cobrarte. Como sea, esto también tiene que ver con la costumbre….

En fin, quise compartir con ustedes algunas de las cosas que me han sucedido -y me siguen pasando- al momento de hablar de los honorarios con el cliente. Un tema que a veces se vuelve “tabú” y que no debiera serlo. 

 

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20 comentarios en "Algunos errores a la hora de pactar honorarios (todos cometidos por mí)."

  1. Buenas tardes,Dr. PARISI lo que me sucede es que soy novel y desde esa perspectiva ,todos creen que la consulta debe ser gratis alegando que necesito experiencia o formar mi cartera de clientes.
    Estoy con mis trámites de matriculación ya que antes trabajaba con alguien ya matriculado y desde entonces puse en mi WhatsApp consulta arancelada y desde ahí nadie me consulto más nada.

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    • Tal cual Soledad. La teoría es que si querés cobrar la consulta y no te la pagan, cuando presupuestes un determinado laburo tampoco lo van a hacer. Es una profesión a la que hay que tenerle paciencia. Pero como digo siempre. Para los que trabajan bien, hay lugar para todo/as. Un abrazo y éxitos.

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      • Es así.. nos cuenta hablar de honorarios, sobre todo los que hacemos laboral, igualmente no se porque los clientes les cuesta pagar al abogado… y dan por sentado que tiene que ser gratuito.. empecé q hacer familia y pasa lo mismo.. las consultas piensan que son gratuitas…

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  2. Ja !!! La verdad q tenés razón Adrián!!!🙏🙏🙏😘😘😘 Pero yo no tengo miedo de cobrarle hasta a mí Amiga/o y ya tbn me pasó q vienen y te dicen: ” vos q sabes me podes asesorar??? Ja ja al principio t bien pero un día me agarró mal y le dije no me preguntes más nada búscate un abogado yo cobro y aunque seas mí amigo no me preguntes más ja ._ y así fue._😂💕😘

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  3. Buenas,
    Otro tip sería: Me importa tres huevos de codorniz lo que cobra otro abogado.

    Ha sucedido en mí experiencia que un trabajo “x” lo cobro acorde Ley de Honorarios y, ante el número, me dicen: “otro estudio me cobra menos”. Esto ha ocurrido mucho con contratos (locación, mutuos, cesiones, boletos de compraventa, etc) donde la legislación fija un porcentaje sobre el TOTAL del contrato. Sin embargo, los “clientes” retrucan con la frase dicha.
    Estimado colega, si vos consideras que tu trabajo vale tres perchas y un corcho, dedicate a vender collares en la playa porque estas desprestigiando años de estudio y experiencia.

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  4. Excelente Dr. Parisi. Todos los casos que UD. Presenta me han pasado. Ya aprendí que verbigratia: Cuando los clientes son amigos abogados y quieren que asesoremos a sus familiares, dan por sentado que la consulta, asesoría, diagnóstico o las estrategias a su caso planteado es totalmente gratuita, jugando con tu tiempo, experiencia y ética. En esta profesión todos los días se aprende, por ello, es mi criterio que es una de las profesiones más completas. Somos Profesionales Integrales

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  5. Le saque un buen juicio a un cliente y a la hora de cobrar lo pactado me respondió. Quien te pensás que sos, Fernando burlando ? Te recibiste ayer … Me trague las palabras de la impotencia. Desde ese momento soy clara y reiterativa con el cliente. Y si puedo hago firmar un acuerdo. Lo que sea. Dejé de tener problemas

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  6. Yo también cometí todos esos errores y más, ya aprendí que este es un contrato de locación de servicio y para que todo quede claro hay que firmar honorarios entre las partes al igual que cuando vamos recibiendo dinero o por ej. sucesorio una vez hecho el testimonio el plazo es un año para completar el pago de honorarios, divorcio 40 ius en Provincia más el 10%, al negociar tmn dejar todo claro sobre todo los números. Todo citar la ley para que quede claro y no estaría de más el apercibimiento ja. Saludos, muy bueno el post!

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  7. Recuerdo mis primeros honorarios…mí cliente necesitaba retirar su medio de transporte…una moto 110 cc…la cual estaba secuestrada por no ser titular y haber sufrido un siniestro vial…logré la entrega…mí cliente no la podía conducir al tener el brazo enyesado…se la lleve al domicilo…el era quiosquero…y me dio de propina un fernet porta de medio litro… jajaja

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  8. Que espanto el desprestigio de la profesión con los colegas que cobran migajas con tal de “captar” clientes. Es muy divertido leerte Doc, tanto acá como en Twitter. Saludos.

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  9. Muy buen post y enriquecedor comentarios de los demás colegas… También me sucedía lo mismo y de vez en cuando sigue pasando (creo que es casi inevitable en algunos casos puntuales)… En mi caso al ya tener varios años en la profesión y poder resolver las cosas por mi mismo, casi que sin ayuda de un tutor, les dejo muy claro -convenio mediante- lo que se debe pagar, y si no quieren directamente les comunico que no los voy a representar -sin más trámite jaja-… Luego algunos terminan apareciendo o no, pero considero que un trabajo bien hecho y tomado con responsabilidad vale lo que vale, ni más ni menos.

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