Un caso dramático.
Una joven tuvo una hija con un señor bastante mayor que ella, quien luego la asesinó y la dejó abandonada en la ruta.
La madre fallecida no fue identificada y se la sepultó como NN.
La niña fue internada y luego de algún tiempo, y otros avatares, se la identificó y entregó en guarda a un hermano unilateral ( otro hijo del padre homicida, quién falleció cumpliendo condena penal por el homicidio).
Al tiempo apareció la abuela materna, que estaba buscando a su nieta y no podía encontraba, porque sabía que su hija estaba embarazada pero no tuvo más rastros de ella. Los intentos de comunicación entre la abuela materna y la niña fracasaron y se dispuso su cese (revocado por la Cámara) y se ordenó el reencuentro que no tuvo buen resultado.
La nena ( ahora preadolescente) “niega” a su abuela, no la puede nombrar y por supuesto no quiere ningún contacto.
La sentencia completa de la Cámara Civil y Comercial (Sala II) de Azul.