Estimados amigos y amigas, una joya.
Sabido es que el primer fallo que reconoce el daño biológico de forma autónoma ha sido del Tribunal de Génova -Italia- y que en aquel país se suelen otorgar compensaciones por dicho rubro.
Diversos ordenamientos no lo contemplan de forma expresa, no reconociéndole autonomía conceptual, por ejemplo el caso argentino y de varios países Latinoamericanos.
Pero este artículo de doctrina es una verdadera joya, que servirá para realizar una apertura de la perspectiva que se tiene sobre el tema.