Acompañamos la icónica sentencia que consagró una vuelta de página en la materia, emitida por el Superior Tribunal español, donde se dictaminó la obligatoriedad de indicar la maternidad y el derecho del hijo a conocer su origen.
A su vez se declaró contrarios a la Constitución, determinados artículos de la Ley y del Reglamento de Registro Civil que permitían mantener el anonimato de la madre.